Museo de la Libertad – Sort

La frontera pirenaica, lejos de ser una barrera, ha sido históricamente para la gente de la zona un territorio de conexión e intercambio, atravesado por un flujo constante de personas, mercancías y trabajadores de ambos lados de la cresta. En efecto, los habitantes de los territorios de ambos lados de los Pirineos han ido a una y otra parte en función de sus circunstancias personales y de las diversas situaciones económicas o políticas. Vínculos familiares, comerciales y laborales han articulado una comunidad, a pesar de que no tiene ninguna base institucional y administrativa. Durante varios años (1936-1945), el paso de la frontera se convirtió en un objetivo vital obligado para miles de víctimas de la guerra y la represión.

Los fugitivos de las dictaduras instauradas en ambos lados protagonizaron una epopeya que merece ser rememorada y preservada para las generaciones futuras para que estas conozcan la necesidad de proteger la paz y la democracia, así como su fragilidad.

      Accreditation of the Biosphere distinction